He estado ahí en donde sentía que mi cuerpo del pasado era sólo un espejismo y que nunca más volvería a verlo (y aún en ese pasado fui una mujer completamente desconectada de mi cuerpo).
Estaba rendida y me frustraba cada vez que me veía en una foto, no lograba comprar ropa o tenía que aumentar la talla.
Me era muy difícil mantener cada promesa de comer menos y mejor; y nunca pude crear el hábito de moverme más (ni siquiera ejercitarme).
Ademas estaba viviendo una vida desconectada de mi esencia, teniendolo todo no lo veia, estaba muy agoviada y frustrada para disfrutarme a mis hijos, veia los sueños lejanos, siempre estaba cansada, dormia mal y tenia ataques de panico y ansiedad que me tenian tomando ansioliticos; no fue un tiempo fácil y mientras tanto estaba convencida de estar viviendo la vida que me merecia, que habia creado y que “otros” veian perfecta y maravillosa.
Era al final la vida que me estaba presionando a tener por mis creencias, la cultura, la familia, el entorno.
Estaba triste, desconsolada y resignada.
Finalmente empecé mi proceso y fue más rápido de lo que creí: me prometí regalarme un año pero en 3 meses había perdido 18 kilos y mi vida se dividió literalmente en 2.
Fue tan profunda mi transformación interna, espiritual y de propósito, que mi vida cambió para siempre; tanto que acá estoy tendiendo una red de apoyo para que tu también transformes la tuya: te ofrezco de corazón los mismos pasos que seguí yo, pero en un proceso ahora repotenciado, amoroso, real y lleno de experiencia.
Regálate un año, un año conectada contigo, y yo te prometo que el aprendizaje y el resultado se quedarán para siempre.